Blog

Hacia una organización de Aprendedores

Hacia una organización de Aprendedores

El gerente de una compañía –en una entrevista realizada recientemente- remarcó la importancia de ser aprendedores del futuro. Confieso que en ese momento no pensé que tendría que usar el término tan rápidamente. Es que la realidad por estos días marca que, ante las circunstancias conocidas, se están poniendo a prueba nuevos modelos organizativos, buscando una rápida adaptación al contexto que vivimos. 
Originalmente, hemos creado organizaciones para llegar, con otros, a un objetivo en común. Las mismas, ya sean de carácter público o privado, nos ayudan a cumplir con ciertos resultados, que en forma solitaria, serían más difícil conseguir. Por eso es que sumamos esfuerzos, capacidades y hasta inversiones, según el caso, para lograrlos. 
Si analizamos lo que está por venir, vemos que algunos cambios serán coyunturales, pero otros, muy posiblemente llegaron para quedarse. ¿Cómo será la nueva organización a partir de éstos cambios que incluyen: límites para la cercanía entre las personas, nuevos hábitos sanitarios, distancia social en la atención al público, menos transporte y más trabajo en casa? 
Se imponen otras formas de comunicarnos, de saludarnos, de gestionar las reuniones, como los eventos que se realizarán en el futuro. A esto, se suman cambios de hábitos de consumo, de distribución, de logística de las cosas. 
En este nuevo escenario la organización deberá ser más empática, estar accesible para sus integrantes, clientes y proveedores. Entendiendo a todos como parte de un ecosistema dinámico y flexible. Deberá planificar cuidadosamente las actividades a desarrollar y las consecuencias inmediatas de las mismas previendo en lo posible sucesos extraordinarios. 
El liderazgo será fundamental para dar confianza siendo responsable, consistente y creíble. Tener disponibilidad y actitud para responder. El trabajo del futuro será por objetivos y no por tiempo u horas de trabajo. Quien lo coordine, deberá tener las condiciones para poder supervisarlo.  Tanto empleados como clientes tendrás nuevas necesidades y exigencias, siendo la comunicación y la negociación imprescindibles en contextos siempre cambiantes. 
Transformarse uno mismo para poder transformar la organización. En definitiva, para crear valor, hay que desarrollar la capacidad de “aprendedor” (o aprendiz) y luego contagiarla en la organización. Paradójicamente, podría ser una de las oportunidades que nos está dejando la actual pandemia.